Cuando la inteligencia artificial nos supere.
El desarrollo de computadoras provistas de programas capaces de emular cualidades que definen al ser humano —como inteligencia, creatividad y aprendizaje— ya no es un tema de ciencia ficción, sino una realidad presente que se manifiesta en millares de algoritmos que evalúan nuestras búsquedas, gustos y hábitos. Más allá de las ventajas inmediatas de la inteligencia artificial, hoy en día su acelerado desarrollo plantea serios desafíos éticos y legales. En el presente reportaje, la Agencia Informativa Conacyt documenta los resultados más sobresalientes alcanzados por científicos mexicanos en el ámbito de la inteligencia artificial, además de indagar sobre sus implicaciones en nuestra vida cotidiana y laboral.
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 23 de agosto de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- En 1993, Rafael Pérez y Pérez se convirtió por primera vez en padre, su “bebé” nació y a los pocos meses lo abandonó, pues no cumplía con sus expectativas, él quería un hijo sobredotado, que fuera capaz de hacer cosas que jamás se hubieran visto.
Ilustración: Ana Ofelia Yáñez.
Un año más tarde, comenzó a planear otro hijo, esta vez sería más cuidadoso en todo el proceso, haría mejores elecciones y tomaría mejores decisiones. El proceso de planeación le tomó alrededor de tres años.
Después de cuatro años de ser padre por primera vez, Rafael Pérez tuvo a su segundo hijo. Estaba realmente emocionado, esperaba que este sí fuera muy inteligente, así que desde el primer instante que tuvo contacto con él lo cuidó con gran esmero, todas las noches le lee algo, a veces cuentos, otras tantas literatura o poesía.
Tiene la ilusión de que al madurar se convierta en un escritor reconocido por la calidad de sus narraciones, ya que él siempre quiso dedicarse a la música, pero la vida lo llevó por el camino de la computación.
Para asegurarse que el pequeño tendrá un futuro exitoso, Rafael Pérez y Pérez, profesor investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), lo somete a arduos entrenamientos constantes en los que utiliza un método de aprendizaje denominado engagement and reflexion.
Al parecer, este entrenamiento y disciplina de repasar todo lo que aprende, a través de historias que Rafael Pérez le cuenta a diario para que el pequeño pueda generar ideas y después crear historias, las cuales son evaluadas por el niño, conservar las buenas narraciones y desechar aquellas que no lo son y aprender de aquellas que son creativas y novedosas para crear más, le ha dado buenos resultados.
Actualmente, la creación de Rafael Pérez es capaz de escribir más de 400 cuentos en menos de seis segundos. Si bien no todas las historias son sobresalientes, al menos 70 por ciento son dignas de ser guardadas para ser evaluadas.
Conforme pasan los años, sus cuentos son mejores, están más pulidos y su lenguaje es mayor; asimismo, sus capacidades para hacer historias más coherentes y creativas van creciendo.
El pequeño mexicano está causando revuelo en varias partes del mundo, de hecho, varios expertos en creatividad artificial en Estados Unidos y algunos países europeos están atentos de su trayectoria literaria.
Rafael Pérez y Pérez está muy orgulloso del pequeño y desea celebrar los primeros 20 años de su hijo con la publicación del libro Mexica: 20 años, 20 historias, el cual presenta 20 de las miles de historias que ha creado el joven.
Este no es un libro cualquiera, gente de todo el mundo esperaba leer las narraciones (escritas en español e inglés) de esta promesa mexicana, incluso el libro tiene un prefacio escrito por el prestigioso científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), Fox Harrell.
Esta es una de las 20 historias que presentó el joven escritor en dicho texto:
El caballero ocelote era el padre de la princesa.
Como parte de una confabulación el enemigo secuestró a la princesa y planeaba matarla al anochecer.
El caballero ocelote sabía que los dioses esperaban que él liberara a la princesa.
De repente, el caballero ocelote se topó con el enemigo. ¡Él no lo podía creer!
Molesta, la princesa humilló al enemigo.
El caballero ocelote observó al enemigo y lo atacó.
Decidido, el enemigo tomó una piedra grande y descalabró al caballero ocelote.
La princesa le administró al caballero ocelote la poción que había preparado. Él mejoró rápidamente.
Repentinamente, el caballero ocelote y el enemigo se enzarzaron en una dura riña.
Sin dudarlo, el caballero ocelote le quitó hasta el último aliento la vida al enemigo.
El caballero ocelote cortó las ataduras de la princesa. ¡Libre al fin!
Este cuento es uno de los miles que escribió el sistema computacional generador de narrativas bautizado como Mexica, el cual mediante inteligencia artificial (IA) crea historias, actividad que hasta hace unos años se pensaba exclusiva del ser humano. Esta actividad plantea interrogantes y desafíos: ¿las máquinas realmente son creativas?, ¿las máquinas superarán a los humanos?, ¿nos quitarán nuestro trabajo?, ¿los humanos será esclavizados por las máquinas?, ¿las máquinas actuarán con reglas éticas?
Las máquinas, ¿creadoras o imitadoras?
Todas las interrogantes antes expuestas generan mucha polémica y debates acalorados entre los expertos, mientras que en el resto de la población generan incertidumbre y temor, este último sentimiento muchas veces originado por películas.
Por un lado, un sector de especialistas en inteligencia artificial afirma que las máquinas no son inteligentes y que aún no pueden crear cosas, ya que que no tienen capacidad creativa y solo siguen instrucciones programadas, por lo tanto son simples imitadores de obras magistrales hechas por la humanidad.
“Es fácil tener frases ya hechas, combinaciones y reglas para hacer las combinaciones y después sacar un poema, pero la computadora no tiene ni idea de lo que puede sentir un humano al entrar en contacto con una obra artística, para eso se necesita empatía y suponer lo que va a sentir esa persona, eso no lo puede hacer la computadora”, señala Raúl Rojas, profesor investigador de la Universidad Libre de Berlín.
El problema, comenta, es que hay mucha exageración sobre la inteligencia artificial y tanto la prensa como la mercadotecnia siempre presentan algo que aparentemente las máquinas ya pueden hacer.
“Cuando quienes nos dedicamos a esto vemos lo que exactamente está pasando, sabemos que no es cierto, aún no se compara con lo que hace un humano, sobre todo en actividades que tienen que ver con intuición, sentimientos o emociones; no hay computadora aún que pueda hacer este tipo de cosas”.
El juego de la imitación
En este mismo sentido, Humberto Sossa, prestigiado profesor investigador del Centro de Investigación en Computación, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), indica que hasta ahora ningún software puede hacer una obra artística magistral, sí se está avanzando en este sentido y quizás en un futuro sí pueda alcanzar al talento humano.
“La inteligencia artificial puede hacer algunas obras, pero falta mucho para que pueda hacer una obra como la de Mozart, hasta ahora son imitadores, no creadores, son dos cosas distintas, para que una computadora tenga su propia creatividad todavía falta mucho (…) Es cierto que ya hay cosas que van en esa dirección, pero todavía no podríamos hablar en el corto plazo que una máquina lo va a lograr”.
Ilustración: Ana Ofelia Yáñez.
Mientras unos especialistas señalan que la inteligencia artificial aún no puede crear nada original, hay otros que aseguran que las computadoras son una herramienta muy útil para comprender mejor cómo funciona el proceso creativo, tanto en los seres humanos como en las máquinas.
“Las computadoras, al igual que el ser humano, pueden generar productos novedosos aprendiendo, imitando, equivocándose, evaluando y mejorando; nadie crea algo magistral a la primera”, afirma Rafael Pérez y Pérez.
Este es justo el principio y quizá su principal aportación de Mexica, pues da detalles o aproximaciones de cómo posiblemente funcione el proceso creativo en los seres humanos, subraya Rafael Pérez, quien también es presidente de la Association for Computational Creativity.
De hecho, esta innovación mexicana, la cual fue explicada en el artículo especializado MEXICA: a computer model of a cognitive account of creative writing, publicado en el Journal of Experimental & Theoretical Artificial Intelligence, en 2001, suma a la fecha 176 citas, una cifra sobresaliente en el área de creatividad computacional.
Así como Mexica, hay otros sistemas computacionales que están creando piezas consideradas artísticas, por ejemplo DeepBach, desarrollado en los Sony Computer Science Laboratories en París, este ha logrado componer melodías tan armoniosas que 50 por ciento de las personas que las escucharon —algunos músicos profesionales— pensó que eran creaciones del célebre músico barroco alemán Johann Sebastian Bach, así lo reporta el artículocientífico DeepBach: a steerable model for Bach chorales, publicado en 2017.
La era de máquinas inteligentes
Si bien los avances científicos y tecnológicos citados son alentadores, expertos como Humberto Sossa y Raúl Rojas consideran que actualmente la inteligencia artificial está en la denominada fase débil o aplicada, ya que resuelve tareas específicas, enfocadas en ayudar al ser humano, pero no intenta simular el rango completo de las habilidades cognitivas de los seres vivos.
Este tipo de inteligencia artificial está presente en la vida cotidiana como una herramienta que facilita tareas a las personas y mejora su calidad de vida. Por ejemplo, empresas como Google, Amazon, Netflix, Facebook, Spotify y Waze, entre otras, utilizan la inteligencia artificial para ofrecernos mejores servicios y satisfacer necesidades.
Lo que hace esta inteligencia es “seguir las miles de huellas” que dejamos al navegar en Internet todos los días, para que con todo el cúmulo de información (big data) que recopilan la analicen y aprendan de ti, lo que te gusta, lo que te interesa, en dónde vives, en dónde trabajas, e incluso podrían saber si estás embarazada.
La inteligencia artificial te conoce tan bien que en cualquier momento puede delatar tu más oscuro secreto, así lo reveló el texto “Cómo las empresas aprenden tus hábitos”, publicado en The New York Times, en el cual narra que un padre de familia supo que su hija estaba embarazada por la publicidad personalizada que llegaba a su correo, basada en las búsquedas, sitios de navegación y compras de la adolescente.
Con todo esto, ya tendríamos que estar preocupados y ocupados, ya que la inteligencia artificial nos conoce tan bien que puede persuadirnos para consumir cierto producto o servicio, además podría influenciar nuestra preferencia hacia un candidato en particular durante un proceso electoral, como el caso mundialmente conocido de Cambridge Analytica.
Pero esto es apenas el comienzo, ya que los ejemplos mencionados son en el mundo de Internet, pero en los próximos años la inteligencia artificial estará circulando en las calles a bordo de los vehículos autónomos.
Las máquinas podrían quitarte tu trabajo
Además de los vehículos autónomos, en los próximos años la inteligencia artificial tendrá mayor presencia en casi todos los trabajos e incluso algunos los volverá obsoletos, resalta Humberto Sossa.
En los últimos 10 años, máquinas han sido entrenadas para resolver problemas cada vez más complejos. Hoy, las máquinas son capaces de llevar a cabo tareas atribuibles en otros tiempos solo al ser humano, tales como el diagnóstico de una enfermedad, la redacción de una nota periodística, determinar si a alguien se le dará o no un crédito, o la identificación de personas en medio de la multitud, entre muchas otras.
De acuerdo con estimaciones realizadas por la consultora internacional Gartner, para 2020 la inteligencia artificial habrá eliminado 1.8 millones de empleos en todo el mundo, una de las industrias más afectadas será la manufacturera.
Asimismo, este estudio realizado por dicha consultora señala que en 2022, uno de cada cinco trabajadores realizará tareas no rutinarias y contará con la ayuda de la inteligencia artificial para realizar su trabajo.
¿Cómo impactará la inteligencia artificial a México?
México no es ajeno a este entorno en el que la automatización y la inteligencia artificial impactarán los empleos, de hecho, en el país los pronósticos de desempleo generado por máquinas inteligentes son más drásticos, toda vez que la industria más afectada es la manufacturera y México es un país manufacturero.
De acuerdo con el estudio Towards an AI strategy in Mexico: harnessing the AI revolution realizado por el gobierno federal de México, Oxford Insights y C Minds, la inteligencia artificial impactará 19 por ciento de los trabajos en México.
“9.8 millones de empleos se verán afectados por la automatización en las próximas dos décadas, lo cual contempla desde tareas que son facilitadas por los sistemas automatizados, hasta empleos que serán reemplazados completamente”, indica el estudio.
¿México está preparado para hacer frente a la inteligencia artificial en los próximos años?
Es imposible saber qué pasará en México en los próximos años y más aún cuando el país enfrenta una transición política. No obstante el escenario, ya se puso el tema dentro de la Estrategia Digital Nacional (EDN).
De hecho, el estudio Towards an AI strategy in Mexico: harnessing the AI revolution, en el cual participaron tanto el gobierno como la academia, la sociedad civil y el sector empresarial, señala en dónde está México, cuáles son las fortalezas y áreas de oportunidad.
Yolanda Martínez Mancilla, coordinadora de la EDN, explica que derivado de dicho estudio, el cual fue apoyado por la embajada de Reino Unido en México, el plan de inteligencia artificial debe estar enfocado en cinco directrices: gobierno y servicios públicos; datos e infraestructura digital; investigación y desarrollo; capacidad, habilidades y educación; y legislación y ética.
Quizá si en los próximos meses se estableciera un plan nacional de inteligencia artificial para saber a qué se le deberá apostar cómo país, México podría jugar un papel importante en este ámbito tecnológico.
De acuerdo con el Índice de preparación de IA para el gobierno, realizado por Oxford Insights, México ocupa el lugar 22 entre los 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esto quiere decir que México obtiene buen puntaje en lo relacionado a la infraestructura digital y en su política de datos abiertos. Pero tiene áreas de oportunidad en lo que respecta a habilidades tecnológicas.
Personas, el principal capital de México
Para que México pueda desarrollar sus habilidades científicas y tecnológicas, necesita de personas altamente capacitadas, sobre todo si ya se sabe que se perderán muchos empleos de la industria manufacturera.
Miguel González Mendoza, profesor investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y presidente de la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial, destaca que México le debe apostar a la formación del talento.
“En realidad lo que necesitamos es la construcción de capacidades en la generación de talento. Es necesario formar más gente, no solo a nivel posgrado, también a nivel licenciatura, para poder tener una masa crítica importante para poder hacer frente a los retos que estamos viviendo ahora mismo y los que se avecinan”.
Asimismo, recomienda que a los niños de primaria y secundaria, así como a los jóvenes de preparatoria, se les enseñe cuestiones de programación, no con el objetivo de que se dediquen a la computación, sino para que tengan por lo menos una idea de cómo funciona la tecnología y la inteligencia artificial que estará presente en su vida cotidiana.
Conacyt construirá un consorcio de inteligencia artificial
Con el objetivo de unir fuerzas científicas y tecnológicas en materia de inteligencia artificial, seis centros de investigación pertenecientes al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) conformarán el Consorcio de Inteligencia Artificial.
El doctor Víctor Rivero Mercado, director general del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y coordinador de dicho consorcio, explica que este busca que haya una única instancia en que estén ubicadas las capacidades de inteligencia artificial en México.
“Queremos estructurar y juntar todo lo que ya tenemos en investigación y desarrollo de inteligencia artificial, así como de los modelos matemáticos que son herramientas básicas, infraestructura (laboratorios y maquinaria) y demás elementos necesarios para poder establecer colaboraciones y así poder avanzar más rápido”.
Los 68 especialistas (investigadores y miembros de Cátedras Conacyt) que conformarán este consorcio saben que no se pueden enfocar en todo y han decidido apostarle con gran esmero a la inteligencia artificial aplicada a la movilidad, la medicina y la política pública.
¿Y la ética?
Además de los recursos humanos altamente capacitados, la investigación, los desarrollos tecnológicos y la infraestructura, algo que es básico es un marco regulatorio y ético para que se pueda dar una sana interacción entre los humanos y las máquinas inteligentes, pues como se explica en este texto, la inteligencia artificial puede saber nuestros más oscuros secretos y en cualquier momento los puede utilizar a su conveniencia.
A pesar de que está en la fase débil, la inteligencia artificial ya tiene gran impacto en la vida cotidiana y se prevé que en los próximos años este impacto sea aún mayor, contemplando este escenario, ya se están estableciendo las reglas éticas y legales que se deberán utilizar.
Respecto a las cuestiones éticas, los especialistas entrevistados para este reportaje coincidieron que no se le podrá enseñar un marco ético a la máquina, lo que determinará la aplicación serán las personas, los ingenieros y programadores, quienes deben tener claro que deben construir máquinas inteligentes al servicio del ser humano y para su beneficio.
“Si la computadora va a tomar decisiones éticas, serán las que se le programen, entonces será la ética del programador. Hay que recordar que las máquinas son nuestros esclavos, porque el programador le dice lo que tiene que hacer, la máquina no tiene razonamiento ni libre albedrío, es decir, no está tomando decisiones por sí misma”, subraya Raúl Rojas.
Respecto a la parte legal, el doctor Jesús Manuel Niebla Zatarain, experto en informática jurídica, explica que el desarrollo de la inteligencia artificial ha obligado a distintas jurisdicciones internacionales a contemplar medidas que regulen la operación de este tipo de dispositivos.
“Estos lineamientos establecen, con base en las leyes, la forma en que los dispositivos inteligentes deben de operar. (De tal manera que) los desarrolladores deben de proveer a estos dispositivos la capacidad de trabajar como lo establece la ley”, expresó el profesor e investigador de la Facultad de Derecho Mazatlán, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Subraya que actualmente la inteligencia artificial no está regulada por completo, pero se realizan esfuerzos en varios países, entre ellos México, para asegurar el uso ético de esta tecnología.
De hecho, en México, la Escuela Libre de Derecho, el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec) y la UAS están trabajando en propuestas jurídicas y éticas con un enfoque preventivo, que se puedan sumar a la estrategia nacional de inteligencia artificial.
En 2063, las máquinas podrían alcanzar la inteligencia de los humanos
Ilustración: Ana Ofelia Yáñez.
Todo lo que se ha explicado hasta aquí ha sido la inteligencia artificial débil, es decir, la más básica, que es el nivel que actualmente tiene la inteligencia artificial, pero para 2063 se podría tener máquinas con el nivel de inteligencia humana.
Así lo señala el artículo When will AI exceed human performance? Evidence from AI experts, realizado por investigadores de las universidades de Oxford y Yale, publicado en el Journal of Artificial Intelligence Research —el cual recopila el trabajo y una encuesta realizada a 352 expertos en inteligencia artificial de todo el mundo.
“Los investigadores creen que hay 50 por ciento de posibilidades de que la inteligencia artificial supere a los humanos en todas las tareas en 45 años, y la automatización de todos los trabajos en 120 años”, explica el texto.
Cuando ese nivel lo alcance una computadora, se hablará de una inteligencia general (IG) o inteligencia fuerte y la máquina tendrá la capacidad de comprender pensamientos, motivos, intenciones y expectativas, así como interactuar socialmente.
En el año 2063, Rafael Pérez y Pérez espera que Mexica haya evolucionado lo suficiente para escribir novelas interesantes y no solo cuentos cortos, como ahora lo hace. Estas narraciones no serán desarrolladas siguiendo el estilo de algún escritor humano, para ese entonces, Mexica ya deberá ser un "escritor" consolidado y con un estilo propio que muy probablemente conquiste tanto a humanos como a otras máquinas inteligentes.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
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